El yoga restaurativo es más que una propuesta terapéutica basada en las posturas de Ashtanga Yoga, donde aunque el objetivo pareciera ser la relajación, es el proceso de combinar movimientos físicos con respiración y trabajo energético generando una suma de elementos que logran mucho más que relajar. Llevando al practicante a regenerar, mejorar o mantener una salud integral.
La práctica restaurativa se vale de ‘soportes’ o PROPS (cojines, sillas, ligas, cuerdas, bloques etc… ) que ayudan a que haya un buen trabajo con medios que facilitan llegar a cada postura, sin esfuerzo no necesario o ayudando al practicante a ajustar la posición a su condición, aportando una mayor sensación de bienestar y confianza en si mismo, que es para lograr una práctica segura y con resultados positivos. Logrando que el sistema nervioso entre en modo restaurativo y de descanso. Con el tiempo la práctica toma un matiz más espiritual si es que así se desea.

El Yoga es perfecto para relajar, no sólo a nivel físico a través de los estiramientos, sino también a través de la respiración y la meditación, esta última es la parte más compleja y menos explotada por la mayoría en el mundo occidental .
Durante la práctica tendrás la oportunidad de hacer de tu cuerpo el laboratorio de experimentación para tu generar tu propia medicina.
De la mano de un instructor certificado conocerás las algunas de las diferentes escuelas que han creado una práctica restaurativa, para todos aquellos que así la requieran. Puede ser que estés en un proceso de sanar alguna herida, o accidente. Tengas algún proceso inflamatorio degenerativo, alguna parte de tu cuerpo físico, mental o espiritual está en proceso de evolución. Si es el caso de tener la fortuna de estar gestando una nueva vida o como instructor de yoga quieres emprender un viaje hacia esta propuesta, este es el taller adecuado.